domingo, 14 de febrero de 2010

Mis Series (Series a ritmo de EE.UU - I)

1. Lost (Perdidos): Seguro, en esto del mundo de las series, no haya un porcentaje mayor al 5% que no esté siguiendo esta serie en su ritmo de emisión. Ya he hablado de Lost con anterioridad. Es adictiva, es novedosa, es original y ha sentado precedentes como ninguna. Lost ya forma parte de la historia y lo único que necesita para alcanzar la gloria es un final a la altura. Destaco a James "Sawyer" Ford, por su tremendísima evolución de tocapelotas a héroe de la función.


2. Desperate Housewives (Mujeres desesperadas): Siempre me gusta reivindicar el lugar que Mujeres se merece en ese pequeño sector de series de gran calidad. Fue de las pioneras en poner de moda a los personajes amorales y posee a los mejores personajes femeninos de la actualidad. Una crítica en forma de sátira hacia el sueño americano y la sociedad estadounidense en general, que lamentablemente, se desinfla en sus últimas temporadas. Destacar a una frente a las otras es casi imposible, sin embargo, eligiré a Lynette Scavo por su mayor regularidad.

3. Grey's Anatomy (Anatomía de Grey): Injustísimamente donostada y condenada a ser ese culebrón donde todos los médicos se lían con todos. No. Esto no es así. La increíble cantidad de lecturas que esta serie ofrece crece a medida que se suceden las temporadas, además, es un show que ha sabido dotar de carisma a sus personajes como ninguno. Mi debilidad, la atormentada, sin motivo aparente, Meredith Grey.

4. Big Love: Otra de las grandes de la HBO, incomprensiblemente mucho menos prodigada de lo que debería. Tres actrices en absoluto estado de gracia se interrelacionan construyendo una red de sentimientos y frustraciones enorme, mientras dan a conocer al mundo su particular forma de vivir la poligamia en un país tan hipócrita como son los EE.UU. Una curiosidad fascinante, que también cuenta con la gracia de pletóricos secundarios. Mi preferida, una vez más, la más turbia, Nicky Grant.

5. True Blood: Únicamente el nombre de Allan Ball me animó a ver esta serie. Las historias de vampiros nunca me habían atraído demasiado y huí del fenómeno crepúsculo como de la peste bubónica. Sin embargo, True Blood me gustó. Por ese toque bizarro nunca antes visto en televisión, esa ambientación rancia y rural y esos personajes obtusos, impetuosos y a menudo, completamente idiotas. No conozco precedente de personaje que funcione (fuera de las sit-com) siendo presentado abiertamente como un tonto redomado. Por eso, destaco a Jason Stackhouse. Sí, por tonto.

2 comentarios:

  1. Yo pertenezco, entonces, a ese 5% lostero xD Y de estas la única que he visto con asiduidad es Mujeres, y bueno... por cómo me cuentas que evoluciona últimamente no sé yo si seguir xDDDD

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  2. La verdad que a partir de la 4ª temporada la cosa es bastante lamentable. Pero bueno, la serie sigue siendo enorme por su inmejorable primera.

    Lo del 5% lostero tiene que cambiarrrr ¬¬

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