miércoles, 10 de marzo de 2010

Mis Nuevas Series y Series que he abandonado

Nuevas Series:

1. Glee: El estreno de la temporada. Pocos son, en esto de las series por internet, los que no han sucumbido a los encantos de estos chicos cantores. Del creador de la reivindicable Popular, el reivindicado Ryan Murphy, nueva vuelta de tuerca a la dicotomía populares/fabulosos vs freaks/inadaptados. Personajes histriónicos en cada plano, aunque la prometida mala leche se limita al personaje de Sue que a veces está pasado de rosca. A mí me gusta la histérica y señoritinga Rachel, fantásticamente encarnada por Lea Michele.



2. Modern Family: Pues el otro estreno de la temporada. Sí, hay otros por ahí, The Good Wife, Community..., pero son estas dos las más descargadas y prodigadas. Modern Family es efectiva, hace reír, aunque no sea excesivamente innovadora y la fórmula con final enternecedor apesta a moralina made in ABC. Me enganchó muy rápido, pero ahora me encuentro un poco más distante con ella. La que más me hace gracia es Gloria, un estereotipo como una casa, pero mira, sus líneas describiendo como maquillaba a Manny cuando era un bebé, me mataron.


Series que he abandonado:


1. Smallville: Tiene el honor de inaugurar este apartado, porque yo no abandono nada. Por muy malo que sea un producto, si he decidido continuarlo, siempre encuentro alguna excusa o algo rescatable que me anime a seguir viéndo capítulos. Sin embargo, esta chicle está tan estirado que sencillamente se hace imposible. Quizá todo se deba a que he crecido y ya está, pues la serie se ha quedado anclada en los trece añitos.


2. Flashforward: Simplemente, es muy mala. Naufraga en su propia premisa: no tiene sentido que Bendford esté aterrado ante la perspectiva de que su futuro se cumpla y sin embargo no pueda esperar a colgar la siguiente fotografía en el dichoso panel. Además, la pareja protagonista tiene cero carisma: Fiennes lo hace fatal, y a Cho lo queremos ver muerto por mucho que nos ponga caritas de pena. La peligrosa coralidad ha hecho mella: los personajes son más planos que una tabla de planchar y de paso nos queda claro que Lost no hay más que una. Lo único bueno, la selección músical, nos han ofrecido temazos como To Sheila de los Smashing o It's so quiet de Björk.


3. V: Si no hubieran plantado un parón a los cuatro capítulos quizá aún le estaría dando una oportunidad. Pero con la muestra que ofrecieron, dejar la serie en suspenso no fue buena idea. Mucho efecto especial y mucha navecita, pero el resultado era más frío que el hielo. Lo peor: Elizabeth Mitchell. En Lost está estupenda, pero aquí es incapaz de deshacerse de su Juliet: La misma mirada serena pero inquieta que se clava, la ceja levantada en señal de duelo y autodefensa, o la voz susurrante y dulce que pretende intimidar pero que esconde inquietud. El resto tampoco me gustó especialmente, por lo que seguir tampoco tenía mucho sentido.


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