miércoles, 17 de marzo de 2010

Mis Series (Series Británicas)


1. Skins: Ya he hablado de Skins con anterioridad y ya he declarado mi fascinación por esta serie. Ya puede ofrecer mil disparates que a nivel emocional no encontrarás losa de realidad más demoledora. No sólo es un creíble y fidedigno retrato adolescente, además, es divertidísima, cautivadora, poética. A la hora de elegir a un personaje, no tengo dudas: Cassie, deliciosa en cada uno de sus míticos wows, adorable mientras viaja a los mundos de yuppie, enternecedora en su lucha de amor platónico e incondicional. Imposible de no querer.



2. Shameless: Probablemente, la mayor salvajada y gamberrada que se ha filmado jamás para la televisión. Una familia desestructuradísima y con poquísima vergüenza, empezando por un padre adicto al éxtasis, a amanecer en cualquier rincón de la ciudad o creerse al borde de la muerte. Disparate, descontrol, caradurismo, todas en una para ofrecer una serie divertidísima y que hasta es capaz de enternecer cuando se supera la barrera de lo grotesco. Yo me quedo con Sheila Jackson, el personaje más destroyer que he conocido en mi vida.


3. Torchwood: Que los efectos cutres y el tufillo a freak te engañen, esta serie merece mucho la pena. Las aventuras y desventuras de un equipo ultrasecreto que se encarga de mantener a raya todo lo paranormal que surge de una especie de brecha espacio temporal en Cardiff, son originalísimas y más que entretenidas. Si a eso le sumamos un grupo de personajes carismático y cada cual con mayores traumas sociales, un tratamiento de la sexualidad como pocas veces se ha visto y una tercera temporada que es de lo mejorcito que te puedas encontrar con respecto al género de la ciencia-ficción, te encuentras con un conjunto más que apetecible. Y el personaje: Gwen Cooper. Porque es una maldita heroína.

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