lunes, 14 de diciembre de 2009

Biografía de una Desesperada: LYNETTE SCAVO (6ª Temporada, episodios 01-09)


Puede que las bajísimas expectativas me llevaran a considerar que el comienzo de la sexta temporada no fuera del todo malo.

El nuevo embarazo de Lynette me había parecido una salida desesperada y un no tener ni idea de qué hacer a continuación. Sin embargo, tras el visionado de la nueva Season Premiere llegué a pensar que si seguían los pasos adecuados, quizás la idea no fuera tan mala.

Sin ir más lejos, hay un par de momentos bastante buenos, derivados de esta nueva situación: Una Lynette más resentida y cínica que nunca, arruina la inocente ilusión de una madre primeriza en una escena divertidísima en la que, necesitada de implantar doctrina, imponer su causa y abrir los ojos al mundo para que conozcan su verdad, sale a relucir la auténtica Lynette, aquella que enterraron la temporada pasada. El segundo momento es en el que Lynette lleva su sentimiento de rechazo a la maternidad hacia el extremo más absoluto: No quiere a los bebés. No los ama. Consideré que, finalmente, podía ser interesante explorar ese sentimiento “antinatural” de completo rechazo a ser madre de nuevo. Sin embargo, leo por ahí que los ejecutivos de la ABC truncaron los planes de los guionistas de llevar a cabo un aborto, en una muestra más del daño que le ha hecho la moralina de la cadena de Disney a esta serie, que habría sido tan absolutamente maravillosa en una cadena de pago que no la censurara cada vez que intentara mearse fuera del tiesto.

Si bien el nuevo embarazo de Lynette podía parecer una salida desesperada para volver a encauzar el personaje y llevarlo de vuelta a los inicios, a partir del segundo episodio de la sexta temporada los guionistas dejan bien claro que esa nunca fue la intención. En vez de abrir sus tramas a un ámbito más familiar, se sigue naufragando en la persistencia de dar vueltas sobre la manida inmadurez de Tom, quien ahora ha decidido matricularse en la Universidad en un nuevo intento para encontrarse a sí mismo (la mejor forma de hacerlo sería que Lynette por fin le diera un par de bofetadas).

Por otro lado, comprobamos con tedio que sigue trabajando para Carlos Solis, y pese al poco interés que pueda despertar esta situación, si se agradece que Tom aparezca menos en pantalla cuando la trama gira sobre cualquier asunto en la oficina. Me parece un acierto que se oculte el embarazo ( aunque la razón principal sea la promoción laboral también subyace el hecho de que Lynette no desee a estos bebés), puesto que da lugar a algunas situaciones simpáticas (el episodio del vino, el aumento del tamaño de los senos, el uso de la ropa de Tom para disimular el tamaño del vientre) y conduce a la primera situación realmente interesante que tiene lugar desde que Lynette y Carlos comenzaran a trabajar juntos: El jefe descubre el engaño y le hace mobbing a la empleada para obligarla a dimitir. Por primera vez, no nos ofrecen situaciones tediosas que nos son totalmente indiferentes, sino que se despiertan sentimientos y se plantea debate, se permite al espectador situarse de un lado o del otro y da cierta sensación de esperanza de cara a los episodios venideros.

Esperemos que la situación entre los Scavo y los Solis no se resuelva con esas salidas tan simplonas y amables de las que nos tienen acostumbrados los guionistas, sino que dé lugar a una buena trama de enfrentamiento entre jefe y empleada y que ambos peleen por sus intereses durante algunos capítulos más. Seguro será bastante más interesante que el siguiente episodio de crisis de los cuarenta de Tom, que me temo sea el comodín guardado para cuando termine el arco argumental actual.

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